sábado, 30 de noviembre de 2013

ADVIENTO: TIEMPO DE ESPERANZA






Estimados hermanos: Paz y Bien.

             Comenzamos un nuevo tiempo fuerte que nos invita a prepararnos bien para la gran fiesta de la Navidad.
             El tiempo de Adviento es un tiempo de esperanza, de preparación de estar a atentos, vigilantes, un tiempo propicio para la conversión.
            El Señor Viene a visitarnos, a decirnos que está cerca, que quiere quedarse con nosotros. De nuevo se nos invita a acogerlo, a abrir nuestro corazón para recibirlo, no viene con gritos, bullicio y alboroto, viene sin hacer ruido, con el silencio de la noche.
           ¿Estaremos despiertos cuando llegue? ¿Sabremos reconocerle? ¿Le seguimos esperando o ya nos hemos cansado o la desilusión, el desencanto, la situación actual de crisis nos va aplastando y hemos perdido toda esperanza?
         Dios, en la persona de Jesús, ha venido ya a este mundo, nos ha prometido que vendrá con poder y vestido de majestad al final de los tiempos, pero entre la primera venida y la segunda hay una intermedia. Cristo sigue viniendo en cada “·hombre y en cada acontecimiento”, como nos recuerda el prefacio III de este tiempo del adviento.
        Es importante que nos encuentre preparados, despiertos, esperando.
        Miremos a María, la mujer que supo esperar, en medio de las dificultades, supo confiar y el Señor, la protegió.
         Este año vamos a celebrar en nuestra parroquia el día 7 de diciembre, a las 19´00 h. (7 tarde) la Vigilia de la Inmaculada. Un buen momento para pedirle a la Virgen que nos ayude a estar esperando sin desanimarnos y que ella nos enseñe a confiar en el Señor.
       En el Tiempo de Adviento, junto a la figura de María, aparece Juan el Bautista y el profeta Isaías, que nos siguen llamando a la conversión, invitándonos a mirar al Mesías que viene, como Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, tronco de Jesé que sigue brotando, al “Emmanuel” (Dios con nosotros) al esperado de las naciones.
       Que el tiempo de Adviento nos ayude a sacar a la Sra. ESPERANZA del baúl de los recuerdos y nos anime a salir de nuestra rutina y nos despierte de la modorra que muchas veces nos encontramos, para con gozo y alegría esperemos la venida del Señor.
        Que María la Virgen, nos acompañe en este adviento para que nos preparemos bien a recibir al Señor.

                                                                                      Fr. J. Jordi Escrivá, ofm

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